COMENZAMOS A DEBATIR
Curso nuevo, reto nuevo
¿Cuál nos tocaba? “DEBATE”.
La seño comienza a
prepararse en el CEP, llas alumnas y alumnos comienzan a preparase
con la seño.
1º intento
Surge a raíz de la
visión y el diálogo sobre el corto “La sombrilla azul”. No hubo
pretensión previa sobre el trabajo. Tenía en mente este trabajo y
de forma natural surgió la diferencia sobre una escena que vimos.
En teoría yo llevaba ya
a cuestas, que debíamos partir de la opinión personal a la grupal
sin que nadie quedara fuera. Realizamos por tanto, todo el proceso de
diálogo. Primero reflexión individual, a continuación parejas,
unión de dos parejas (aquí les hablo de la figura del moderador y
del secretario) y pasamos al gran grupo.
Muy interesante lo que
ocurrió durante el proceso: Algunos de forma voluntaria cogen papel
y lápiz para realizar anotaciones, procuran aunar los pensamientos,
dedican tiempo a solucionar la adjudicación de responsabilidades…
Un grupo se dedica todo
el tiempo a discutir sin llegar a nada, otro a jugar y a pelearse sin
trabajar el tema. Estos últimos no pudieron continuar participando
por motivos evidentes.
Pasamos al gran grupo y
entre colocarnos en el suelo, enfrentados ambos, buscar yo mi
situación…nos sonó la sirena ¡Se acabó!
La seño se queda con
sensación de “vacío”, interrogación sobre qué ha ido mal en
esta última parte, la del camino pendiente y el consuelo de que a
caminar se aprende caminando.
2º Momento
(planificado)
Repasamos objetivo del
debate, lo ocurrido el día anterior, miran sus notas y pasamos a
colocarnos en grupo directamente. En el suelo, enfrentados en un
espacio tan reducido que nos llevaba al círculo continuamente.
¿Hubo debate? Pues
sinceramente hubo una exposición de ideas sobre “lo que a mí me
gusta y por qué y lo que a mí no me gusta y por qué”.
Como tutora y moderadora
de la situación intentaba reconducir aquello y exponer que había
que “argumentar” y “rebatir”… volviendo a caer en lo que la
experiencia me ha demostrado durante tanto tiempo : “No sirve
hablar y hablar, sin ofrecer un modelo adecuado”.
Me quedo de nuevo con la
sensación de que objetivamente esto no va bien. Ni hay debate ni
nada que se le parezca.
Vuelvo al grupo del CEP,
a seguir trabajando, enriqueciéndome, leo artículos…sigo atenta
en el aula a un buen tema que sirva de base….
¡Y llegó!
Los vi enfadados por el
tema del fútbol en el patio. Les propuse buscar argumentos para
debatir sobre lo que estaba ocurriendo: “¿Por qué algunos pensáis
que es fantástico y otros andáis tan molestos?”
¡Nos ponemos en marcha
de nuevo!.
Esta vez trabajamos la
argumentación. Nos colocamos mucho mejor, sentados en sillas. Me
sitúo como moderadora y aclaro mi función.
Comenzamos con una buena
presentación de lo que íbamos a realizar.
Nos iniciamos y continúan
con la línea del día anterior de “me gusta, no me gusta”.
Intervengo para
reconducir y hablo de nuevo de argumentar.
Alguien por fin lanza el
primer argumento (lo felicito y animo a contestar). El diálogo
comienza a serlo y de ahí a pasar a “voces” , no tardaron mucho.
Intervengo como
moderadora y recuerdo normas a los participantes.
Continuamos y se vuelven
a calentar pero se comienzan a invitar al silencio desde los mismos
grupos.
Cortamos con gran pesar
del grupo pero acordamos continuar.
Último debate
(programado)
Piden durante muchos días
que continuemos con el debate ¡Buena señal! ¡Ya se ha convertido
en algo interesante!
Llega el día y algunos
hasta se frotan las manos al pensar en lo que se nos viene.
Partimos de una situación
en la que el ambiente ya estaba ”caldeado”.
Lo iniciamos de igual
forma que en la sesión anterior.
Rápidamente entran en un
verdadero debate pero más rápidamente que el día anterior
comienzan a elevar el volumen de su voz.
Varias veces tengo que
intervenir para interrumpir el debate. En un momento dado se llegaron
hasta levantar de las sillas.
Cuando vi que ya no había
posibilidad de seguir creciendo, decidí cortar. Para terminar pedí
a ambas partes del grupo que expresaran si los argumentos aportados
del grupo contrario a su pensamiento, les había aportado buenos
argumentos para cambiar la opinión que traían antes del debate
sobre el tema o al menos, le había hecho ver otros aspectos.
Varios chicos y chicas
expresaron muy bien lo que habían recogido de las partes contrarias.
Otros negaron que hubiesen aprendido nada nuevo que los hubiese
movido de sus posturas.
Debilidades del grupo:
- Se desviaron de la argumentación y pasaron a echarse cuestiones en cara.
- Chicos y chicas con más peso en el aula, tomaron el mando del debate.
- Se iban del tema.
- Muchos asumieron el papel de mandar callar y sólo estaban pendiente de ésto.
- Yo no tenía claro como moderar en muchos momentos.
- Tengo dudas sobre el sentido de mantener un debate en dos días diferentes
- Tiempo y número de intervenciones por persona.
Fortalezas del grupo:
- Elegir un buen tema y estar abiertos a debatirlo.
- Situación física elegida para el debate.
- La presentación e inicio del mismo.
- Orientación hacia la argumentación.
- Intervenciones desde la moderación para reconducir el tema
- El cierre para expresar y hacernos conscientes de lo que me ha aportado el grupo contrario a mi pensamiento
Natalia
2º de primaria
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