domingo, 16 de febrero de 2014

Aprendemos a debatir en segundo




COMENZAMOS A DEBATIR
Curso nuevo, reto nuevo ¿Cuál nos tocaba? “DEBATE”.
La seño comienza a prepararse en el CEP, llas alumnas y alumnos comienzan a preparase con la seño.
1º intento
Surge a raíz de la visión y el diálogo sobre el corto “La sombrilla azul”. No hubo pretensión previa sobre el trabajo. Tenía en mente este trabajo y de forma natural surgió la diferencia sobre una escena que vimos.
En teoría yo llevaba ya a cuestas, que debíamos partir de la opinión personal a la grupal sin que nadie quedara fuera. Realizamos por tanto, todo el proceso de diálogo. Primero reflexión individual, a continuación parejas, unión de dos parejas (aquí les hablo de la figura del moderador y del secretario) y pasamos al gran grupo.
Muy interesante lo que ocurrió durante el proceso: Algunos de forma voluntaria cogen papel y lápiz para realizar anotaciones, procuran aunar los pensamientos, dedican tiempo a solucionar la adjudicación de responsabilidades…
Un grupo se dedica todo el tiempo a discutir sin llegar a nada, otro a jugar y a pelearse sin trabajar el tema. Estos últimos no pudieron continuar participando por motivos evidentes.
Pasamos al gran grupo y entre colocarnos en el suelo, enfrentados ambos, buscar yo mi situación…nos sonó la sirena ¡Se acabó!
La seño se queda con sensación de “vacío”, interrogación sobre qué ha ido mal en esta última parte, la del camino pendiente y el consuelo de que a caminar se aprende caminando.
2º Momento (planificado)
Repasamos objetivo del debate, lo ocurrido el día anterior, miran sus notas y pasamos a colocarnos en grupo directamente. En el suelo, enfrentados en un espacio tan reducido que nos llevaba al círculo continuamente.
¿Hubo debate? Pues sinceramente hubo una exposición de ideas sobre “lo que a mí me gusta y por qué y lo que a mí no me gusta y por qué”.
Como tutora y moderadora de la situación intentaba reconducir aquello y exponer que había que “argumentar” y “rebatir”… volviendo a caer en lo que la experiencia me ha demostrado durante tanto tiempo : “No sirve hablar y hablar, sin ofrecer un modelo adecuado”.
Me quedo de nuevo con la sensación de que objetivamente esto no va bien. Ni hay debate ni nada que se le parezca.
Vuelvo al grupo del CEP, a seguir trabajando, enriqueciéndome, leo artículos…sigo atenta en el aula a un buen tema que sirva de base….
¡Y llegó!
Los vi enfadados por el tema del fútbol en el patio. Les propuse buscar argumentos para debatir sobre lo que estaba ocurriendo: “¿Por qué algunos pensáis que es fantástico y otros andáis tan molestos?”
¡Nos ponemos en marcha de nuevo!.
Esta vez trabajamos la argumentación. Nos colocamos mucho mejor, sentados en sillas. Me sitúo como moderadora y aclaro mi función.
Comenzamos con una buena presentación de lo que íbamos a realizar.
Nos iniciamos y continúan con la línea del día anterior de “me gusta, no me gusta”.
Intervengo para reconducir y hablo de nuevo de argumentar.
Alguien por fin lanza el primer argumento (lo felicito y animo a contestar). El diálogo comienza a serlo y de ahí a pasar a “voces” , no tardaron mucho.
Intervengo como moderadora y recuerdo normas a los participantes.
Continuamos y se vuelven a calentar pero se comienzan a invitar al silencio desde los mismos grupos.
Cortamos con gran pesar del grupo pero acordamos continuar.
Último debate (programado)
Piden durante muchos días que continuemos con el debate ¡Buena señal! ¡Ya se ha convertido en algo interesante!
Llega el día y algunos hasta se frotan las manos al pensar en lo que se nos viene.
Partimos de una situación en la que el ambiente ya estaba ”caldeado”.
Lo iniciamos de igual forma que en la sesión anterior.
Rápidamente entran en un verdadero debate pero más rápidamente que el día anterior comienzan a elevar el volumen de su voz.
Varias veces tengo que intervenir para interrumpir el debate. En un momento dado se llegaron hasta levantar de las sillas.
Cuando vi que ya no había posibilidad de seguir creciendo, decidí cortar. Para terminar pedí a ambas partes del grupo que expresaran si los argumentos aportados del grupo contrario a su pensamiento, les había aportado buenos argumentos para cambiar la opinión que traían antes del debate sobre el tema o al menos, le había hecho ver otros aspectos.
Varios chicos y chicas expresaron muy bien lo que habían recogido de las partes contrarias. Otros negaron que hubiesen aprendido nada nuevo que los hubiese movido de sus posturas.

Debilidades del grupo:
  • Se desviaron de la argumentación y pasaron a echarse cuestiones en cara.
  • Chicos y chicas con más peso en el aula, tomaron el mando del debate.
  • Se iban del tema.
  • Muchos asumieron el papel de mandar callar y sólo estaban pendiente de ésto.
  • Yo no tenía claro como moderar en muchos momentos.
  • Tengo dudas sobre el sentido de mantener un debate en dos días diferentes
  • Tiempo y número de intervenciones por persona.
Fortalezas del grupo:
  • Elegir un buen tema y estar abiertos a debatirlo.
  • Situación física elegida para el debate.
  • La presentación e inicio del mismo.
  • Orientación hacia la argumentación.
  • Intervenciones desde la moderación para reconducir el tema
  • El cierre para expresar y hacernos conscientes de lo que me ha aportado el grupo contrario a mi pensamiento

Natalia

2º de primaria