Hola a todo el grupo.
En esta primera entrada que hago este año, quiero compartir con vosotros algunas reflexiones que he extraído de un artículo sobre la felicidad. Ser feliz tiene, según el estudio («La ciencia de la felicidad« (ed.Urano). Su autora Sonja Lyubomirsky ha participado en el primer congreso mundial de la materia, organizado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad) una gran carga genética pero luego está la manera de ver las cosas desde otras perspectivas y ahí sí que podemos hacer algo desde la Escuela.
Según la autora hay cientos de estrategias para ser feliz. En su libro se centra en doce, que son las que se apoyan en un trabajo científico. Son cosas como agradecer lo que tienes, hacer ejercicio, ser optimista sobre el futuro, meditar, perdonar a los demás, vivir el presente...
Según sus investigaciones, el 50 por ciento se basa en la genética. Hay gente que nace más feliz, pero otro 40 por ciento depende de nosotros: de lo que pensamos, de lo que hacemos, de nuestro comportamiento.
Si hay inestabilidad política, corrupción, pobreza..., eso afecta a la felicidad.
Los estudios muestran que desde que se empezó a medir la felicidad, al menos 70 años atrás, no ha habido cambios en muchos países. Se ve, por ejemplo, en Estados Unidos y China: aunque la situación económica y la calidad de vida han mejorado mucho, el grado de felicidad es el mismo.
Hay demasiada gente que cree que ser feliz y tener razón es lo mismo. Por ejemplo, dice: «El mundo es un lugar horrible y quien no lo vea se equivoca». Lo que yo digo es que hay muchas perspectivas: hay miseria y hay belleza. Que seas una persona positiva no quiere decir que seas un ingenuo y, además, es más probable que hagas algo por cambiar lo que no te gusta.
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